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Polski Según Reputación X más del 86% de los consumidores pierden la confianza en una marca cuando aparece material negativo en la parte superior de los resultados de búsqueda. Para las empresas, esto se traduce en pérdidas directas: menores tasas de conversión y mayores costes de marketing, lo que hace que las actividades de SERM sean una parte fundamental de una estrategia de reputación. Sin embargo, la implementación se ha vuelto mucho más compleja: los límites de consulta, los CAPTCHA y la interrupción por parte de Google del parámetro &num=100 han reducido drásticamente las capacidades de los sistemas estándar de recopilación de datos. En este contexto, el uso de proxies en SERM no es sólo un ajuste técnico, sino una capa estratégica para proteger la reputación y la resistencia financiera de una empresa.
Este artículo trata:
La Gestión de la Reputación en los Motores de Búsqueda (SERM) es un proceso sistemático para configurar el entorno de información de la marca en los motores de búsqueda, lo que a veces se denomina reputación de una marca en los motores de búsqueda. El objetivo es construir una estructura de resultados en la que los materiales positivos y neutrales ocupen sistemáticamente las primeras posiciones.
A diferencia del SEO, que se centra exclusivamente en promocionar un sitio específico, la gestión de la reputación opera en todo el ecosistema más amplio de fuentes de información: resultados de búsqueda, plataformas de reseñas, prensa, blogs y redes sociales, es decir, todo lo que determina cómo se percibe una marca en Internet.
La ejecución sigue pasos escalonados: una auditoría, un análisis de la mención de la marca, la planificación de la estrategia SERM, la creación y colocación de contenidos SEO, y el seguimiento y control continuos de los resultados de búsqueda.
Para ello, los equipos confían en herramientas SERM como Google Alerts, Ahrefs, Semrush, Sistrix, Serpstat, Topvisor, sistemas de seguimiento de medios, etc. El uso de estas herramientas es mucho menos costoso que afrontar una crisis de reputación en toda regla. Al mismo tiempo, los factores externos pueden dificultar considerablemente el trabajo. En 2024, por ejemplo, Google restringió el uso de la API de Search Console introduciendo cuotas diarias y por segundo. Incluso con acceso técnico, las empresas se encontraron con barreras cuando intentaron ampliar la recopilación de datos. Luego, en 2025, Google eliminó el parámetro &num=100, confirmando que no se puede basar el control de la reputación de la marca únicamente en las condiciones actuales del motor de búsqueda.
Tras los cambios en el algoritmo de Google, las herramientas de análisis y las plataformas de servicios SERM podían extraer un máximo de 10 enlaces por solicitud, en lugar de los 100 anteriores. Esta limitación multiplicó el número de llamadas necesarias al motor de búsqueda. Como consecuencia, aumentaron la carga de la infraestructura, el consumo de cuotas y los costes analíticos.
Los efectos fueron inmediatos. Tyler Gargula (Agencia LOCOMOTIVE) informó de que el 87,7% de los sitios vio disminuir las impresiones en Google Search Console, y el 77,6% perdió consultas de búsqueda únicas.
Para las empresas, eso significa mayores gastos de funcionamiento y nuevos riesgos técnicos: las solicitudes frecuentes a los motores de búsqueda activan los CAPTCHA y pueden provocar restricciones temporales de acceso. Los presupuestos para SEO y SERM aumentan, y la propia supervisión se hace más difícil. La gestión de la reputación de los resultados de búsqueda ha pasado de ser una actividad de apoyo a un reto operativo en toda regla.
En estas condiciones, las empresas necesitan reorganizar sus procesos:
Sólo aquellos que se adapten a las nuevas normas mantendrán el control sobre cómo aparecen en las búsquedas.
Un trabajo eficaz de búsqueda-reputación requiere un acceso estable a los datos y la capacidad de ampliar la supervisión sin sacrificar la precisión. Los proxies se han convertido en la piedra angular de la infraestructura de SERM.
Ayudan a resolver varios problemas a la vez:
En resumen, los proxies y los servicios SERM son un elemento fundamental de la pila técnica para la gestión de la reputación. Sin ellos, las empresas se enfrentan a los límites de los motores de búsqueda, las restricciones de acceso y la incapacidad de observar con precisión los mercados locales.
A continuación se presentan los servicios SERM y sus homólogos que se integran bien con los servidores proxy y permiten a las empresas mantener la precisión de la monitorización, controlar la SERP y lograr resultados duraderos incluso bajo límites estrictos y políticas cambiantes de los motores de búsqueda.
Ahrefs, Semrush, Sistrix, Serpstat y Topvisor siguen proporcionando análisis completos sobre clasificaciones, menciones y dinámica de fragmentos. Sin embargo, tras la eliminación de &num=100, la eficacia de estas herramientas depende en gran medida de su capacidad para realizar solicitudes repetidas sin toparse con CAPTCHAs u otras fricciones.
Un ajuste práctico consiste en revisar la profundidad del seguimiento. Para las empresas que ya se sitúan cerca de los primeros puestos, suele bastar con seguir el Top-10 o el Top-30, ya que más del 90% de los usuarios no pasan de la tercera página.
Cuando un análisis debe abarcar conjuntos de resultados más profundos, es más eficaz combinar residencial y proxies móviles (con autenticación, rotación de IP y geoselección) con soluciones personalizadas. Este enfoque amplía la recopilación de datos y ofrece una imagen representativa de las SERP con estas ventajas:
Las soluciones personalizadas pueden ser sus propios analizadores sintácticos o marcos de código abierto, que se detallan a continuación.
Para los equipos con presupuestos limitados que aún necesitan resultados de búsqueda completos, los scripts y marcos de trabajo de código abierto suelen ser la mejor opción.
La elección del servidor intermediario adecuado tiene un impacto directo en la calidad y la estabilidad analíticas. SERM suele utilizar cuatro tipos de proxy: residencial, móvil, ISP y de centro de datos. En Proxy-Seller trabajamos con todos ellos y adaptamos las configuraciones a las tareas específicas de SERM, desde la monitorización local hasta los programas de reputación a gran escala.
El análisis SERM moderno va mucho más allá de las revisiones y el SEO. Con los constantes cambios de algoritmo, las limitaciones de las API y las políticas anti-bot más estrictas, la resistencia de los procesos depende directamente de la infraestructura técnica. Las redes proxy no son solo una herramienta auxiliar: son la columna vertebral de una estrategia fiable y de éxito.
Para los especialistas que manejan grandes volúmenes de datos en mercados distribuidos geográficamente, la configuración óptima es una combinación de proxies dinámicos residenciales y móviles. Juntos, mantienen la precisión de los análisis, operan dentro de las condiciones de la plataforma y permiten escalar la monitorización.
La integración de proxies en los flujos de trabajo de SERM es una inversión en análisis resistentes y en la capacidad de obtener una visión completa y fiable de las SERP, incluso cuando las reglas de los motores de búsqueda cambian constantemente.
Utilizar parsers y frameworks como Playwright, Puppeteer, Scrapy y se-scraper. Configurar la rotación de proxy para 10 peticiones secuenciales (páginas 1-10). Emplear clustering y scripts asíncronos para la automatización.
Utilice proxies de la región de destino para que la SERP coincida con lo que ve un usuario local. Esto es fundamental cuando se difunden materiales negativos en países o ciudades específicos.
Trabaje dentro de los límites de la plataforma rotando IPs y User-Agents, añadiendo retrasos en las peticiones y distribuyendo la carga a través de un pool de IPs.
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